Los cabellos rizados y ondulados suelen tener más problemas porque pierden la forma con facilidad, a veces son rebeldes y difíciles de peinar porque se enredan mucho, mostrando un aspecto hinchado. El frío y la humedad son sus enemigos, así como los ambientes secos. Este tipo de cabello necesita unos cuidados que le aporten mucha hidratación porque tiende a resecarse.
¿Con qué tipo de cortes se llevan mejor?
La técnica de corte varía en función del tipo de rizo más o menos ensortijado, jugando con capas de distintos largos para crear movimiento y evitar que el cabello se agarrote y caiga como una masa pesada si es de un diámetro largo. En los cabellos cortos se trabaja en degradado para eliminar en lo posible el efecto casco, aligerando las puntas para que queden más sueltas.
Para hidratarlos eficazmente conviene elegir, entre champús con distinto grado de concentración, el que mejor se adapte a cada tipo de cabello. Además, es recomendable el uso de acondicionador para aportar sedosidad y dominar mejor el peinado ya que adquieren una textura más dócil. Para finalizar, se aplica una mascarilla nutritiva, ya que el cabello rizado con el frío y la humedad del invierno se fragiliza mucho. La mascarilla tiene la ventaja que se enjuaga y no da peso al cabello. Existen otras mascarillas sin aclarado, formuladas para dejarlas en los cabellos más secos que aportan sus nutrientes a la fibra capilar sin engrasarlos ni apelmazar.
Otra técnica es la cauterización con los productos y ritual específico de aplicación, eficaz para luchar contra la desnutrición del cabello y conseguir reestructurarlo desde su capa interna (la corteza), recuperando así los cabellos más dañados.
Peinado con cosmética capilar.
Peinar un cabello rizado no es tan difícil, porque existe una gama de productos capilares de styling que los trata y ayuda a dominarlos consiguiendo lo impensable de ellos.
Los cabellos gruesos resisten bien la aplicación de una crema para definir mejor el rizo y para los cabellos medios y finos es mejor usar las aguas de rizo porque son más ligeras. Después de lavar el cabello se recomienda aplicar acondicionador sin aclarado, secarlo con la toalla, pasar el peine y secarlo como de costumbre con el secador, siempre con el difusor y peinando los mechones con los dedos, nunca con el peine o cepillo.
Rizar un cabello liso de forma permanente se puede hacer con los productos de moldeados que hay de distintas fuerzas y que permiten controlar la calidad y cantidad del rizo. De esta forma, resulta muy fácil peinarse porque la sinergia del corte y moldeado facilitan el peinado.
Para conseguir un cabello liso, texturizado y con cuerpo.
En el corte está la clave para dar cuerpo y volumen al cabello, con mechones desconectados, puntas mordidas, un ligero degradado y una coloración que favorezca el relieve del corte y de la forma. Peinar este tipo de cabello es muy fácil con gel, pomada o fibra de peinado, que le darán cuerpo, textura, brillo y fijación.
¿Con qué tipo de cortes se llevan mejor?
La técnica de corte varía en función del tipo de rizo más o menos ensortijado, jugando con capas de distintos largos para crear movimiento y evitar que el cabello se agarrote y caiga como una masa pesada si es de un diámetro largo. En los cabellos cortos se trabaja en degradado para eliminar en lo posible el efecto casco, aligerando las puntas para que queden más sueltas.
Para hidratarlos eficazmente conviene elegir, entre champús con distinto grado de concentración, el que mejor se adapte a cada tipo de cabello. Además, es recomendable el uso de acondicionador para aportar sedosidad y dominar mejor el peinado ya que adquieren una textura más dócil. Para finalizar, se aplica una mascarilla nutritiva, ya que el cabello rizado con el frío y la humedad del invierno se fragiliza mucho. La mascarilla tiene la ventaja que se enjuaga y no da peso al cabello. Existen otras mascarillas sin aclarado, formuladas para dejarlas en los cabellos más secos que aportan sus nutrientes a la fibra capilar sin engrasarlos ni apelmazar.
Otra técnica es la cauterización con los productos y ritual específico de aplicación, eficaz para luchar contra la desnutrición del cabello y conseguir reestructurarlo desde su capa interna (la corteza), recuperando así los cabellos más dañados.
Peinado con cosmética capilar.
Peinar un cabello rizado no es tan difícil, porque existe una gama de productos capilares de styling que los trata y ayuda a dominarlos consiguiendo lo impensable de ellos.
Los cabellos gruesos resisten bien la aplicación de una crema para definir mejor el rizo y para los cabellos medios y finos es mejor usar las aguas de rizo porque son más ligeras. Después de lavar el cabello se recomienda aplicar acondicionador sin aclarado, secarlo con la toalla, pasar el peine y secarlo como de costumbre con el secador, siempre con el difusor y peinando los mechones con los dedos, nunca con el peine o cepillo.
Rizar un cabello liso de forma permanente se puede hacer con los productos de moldeados que hay de distintas fuerzas y que permiten controlar la calidad y cantidad del rizo. De esta forma, resulta muy fácil peinarse porque la sinergia del corte y moldeado facilitan el peinado.
Para conseguir un cabello liso, texturizado y con cuerpo.
En el corte está la clave para dar cuerpo y volumen al cabello, con mechones desconectados, puntas mordidas, un ligero degradado y una coloración que favorezca el relieve del corte y de la forma. Peinar este tipo de cabello es muy fácil con gel, pomada o fibra de peinado, que le darán cuerpo, textura, brillo y fijación.
