La salud del cuero cabelludo y del cabello

Si quieres tener un cabello brillante, tan sólo hace falta aplicar productos que aporten brillo, pero si de verdad quieres que tu pelo luzca con un brillo natural únicamente lo conseguirás teniendo el cuero cabelludo y el cabello en perfecto estado de salud.
Los tratamientos nutritivos e hidratantes del cuero cabelludo son los más efectivos, ya que lo tratan a fondo y, si el cuero cabelludo goza de una buena salud, el resto del cabello también. Por otro lado, serán los champús hidratantes y nutritivos los que traten en profundidad este problema, ya que las cremas lo cuidan superficialmente y las mascarillas bien formuladas actúan más como un tratamiento pero para reestructurar la fibra capilar.

Para acertar con el producto cosmético capilar para tu pelo, lo primero que debes observar es su estado y reconocer sus necesidades. La información que puedes obtener al examinar con detenimiento el cuero cabelludo, es fundamental para poder aportarle la mejor solución. Separa rayas con los dedos o peine en la cabeza para mirar bien la piel y distinguir entre:
>Si la piel es de un color blanco marfil: Tu cuero cabelludo es normal.
>Si detectas que la piel es rojiza: es porque sufre de irritaciones, infecciones o problemas vasculares.
>Si la observas amarillenta y muy brillante: Es un problema de exceso de secreción sebácea.
>Si tiene un aspecto grisáseo y mate: es el resultado de una irrigación insuficiente.

Las últimas investigaciones realizadas en el sector de la cosmetología capilar nos ofrecen una amplia gama de productos que cubren eficazmente todas las necesidades y tienen como objetivo cuidar para disfrutar de un pelo sano
Si tu cuero cabelludo ha resultado graso, lo mejor es un champú regulador de la grasa que a su vez equilibre el ph de la piel de esta zona.
Si tiene mala circulación, hay que elegir uno que contenga mentol, para poner en funcionamiento los capilares.

Si es seco, hay que optar por un champú con sustancias nutritivas bien equilibradas para no crear el efecto contrario. En todos los casos, se puede emplear acondicionador o mascarillas hidratantes específicas.